Ébola

Tras ver lo sucedido la última semana en relación a la crisis del virus de Ébola en España, se me ponen los pelos de punta. Y es que, ¿en qué piensan nuestros mandatarios?
No hace falta tener más de dos dedos de frente para saber que no se puede jugar con gratuita indiferencia contra un virus de las características del Ébola.

Cualquier estudiante de Biología sabe que el virus de Ébola (toma como nombre el río africano Ébola, situado en la República del Congo, donde apareció en 1976 por primera vez provocando un foco de infección) es uno de los más peligrosos que existen. Se trata de un virus ARN de la familia Filoviridae que provoca fiebres hemorrágicas y cuya mortalidad es elevadísima. 

Y es que cualquier estudiante de Biología sabe que este tipo de virus no puede tratarse de forma convencional. Más aún, aunque lógicamente teniendo en cuenta la distancia con la que debe tratarse una película, el film Estallido, protagonizado por Dustin Hoffman en 1995, daba una idea (pasada por el cribaje de la espectacularidad) de lo que podría representar un infección por Ébola o cualquier otro virus de nivel 4, como solemos llamarlos los biólogos. 

Y es que en España no existe ningún laboratorio de nivel 4 donde pueden tratarse virus de este tipo (como máximo tenemos uno de nivel 3, el C.I.S.A (Centro de Investigación de Sanidad Animal), que se encuentra en Valdeolmos, en Madrid). Ahora bien, los políticos se llenan la boca acusando gratuitamente a aquellas pobres personas que por querer ayudar han debido tratar a enfermos infectados con Ébola sin instrucción, sin experiencia, en un caso en que deberían ser los expertos en enfermedades infecciosas, virología y en microbiología, los que tendrían que haber sido avisados por las autoridades para ponerse al frente de esta crisis. Son ellos los que deberían dar instrucciones a los médicos, a los técnicos, a las fuerzas de seguridad y a los políticos, de cómo sobrellevar un tema de tal índole para evitar la expansión del virus. No siendo así, no es difícil comprender por qué un individuo se quita un traje de contención en la calle, los pacientes en aislamiento tienen la ventana abierta de su habitación, etc. etc. etc.

Sin embargo, como suele suceder en un país como el nuestro, esto no ha sido así. Un país en el que los recortes en Sanidad e Investigación han diezmado drásticamente la capacidad de trabajo de nuestros científicos e investigadores, de nuestros hospitales, médicos y sanitarios, quería emular a las grandes potencias y nos veíamos capaces de controlar un virus de la categoría del Ébola (hasta en Estados Unidos ya se ha producido la primera muerte por Ébola y ellos sí tienen laboratorios de nivel 4 y sus protocolos son mucho más severos) y, eso, dejémonos de elucubraciones, no es posible.

Señores, por favor, pidan ayuda a quiénes saben y no intenten realizar malabarismos con bombas biológicas que pueden estallarles en la cara, aunque más de uno lo necesitaría (los comentarios del Consejero de Sanidad de Madrid se llevan la palma).

Eso sí, no se preocupen, nadie dimitirá. ¿Para qué? El virus acabará por no expandirse por su propia e intrínseca biología (la mortalidad es muy elevada, la expansión lenta debido a sus sistemas de transmisión), no por la torpe intervención de los políticos, y pronto volverá todo al olvido. No debería ser así, deberíamos ser humildes, no crear alarma social y depurar responsabilidades. 

El virus de Ébola puede controlarse, pero amb seny, que decimos los catalanes. 

Os dejo algunos links interesantes sobre el tema:

No hay comentarios: