Oopart, o el misterio de lo inexplicable

Hace poco, camino del trabajo, en el programa matinal de Javier Cárdenas de Europa FM, comenzaron a hablar de los Ooparts, y de las convenciones, reuniones y conferencias que se realizan al respecto, a las que suelen acudir muchos expertos de todo tipo (principalmente aficionados al misterio y a lo oculto).

En mi vida había oído hablar yo de esos mencionados Oopart, así que investigué un poco, al resultar verdaderamente interesante y misterioso su significado, y sus connotaciones. Y esto fue lo que encontré:

Oopart es el acrónimo de out of place artifact ("artefacto fuera de lugar"), y es un término que acuñó el naturalista y criptozoólogo estadounidense Ivan T. Sanderson (1911-1973) para definir a un objeto de interés histórico, arqueológico o paleontológico que se encuentra en un contexto inusual o imposible, desafiando la cronología histórica convencional. Al menos, esto es lo que dice la Wikipedia.
Es decir, son artefactos u objetos, que no deberían estar allí donde se han encontrado, porque razonablemente no pueden estarlo, desafiando su presencia a la ciencia y a la historia.

En la mayoría de los casos, se trata de burdas patrañas o bien malinterpretaciones de ciertos detalles, muchas veces consecuencia de la inercia de creencias ancestrales no demostradas científicamente. 
Sin embargo, no hace falta poner más que la dichosa palabrita en Google para ver que existen multitud de páginas al respecto, algunas de las cuales hasta... son serias.

Aquí os dejo algunos de los que más me han llamado la atención:

  1. El mecanismo de Anticitera
          Actualmente se expone en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Se trata de un extraño y complejo mecanismo que fue descubierto en el fondo del mar en el año 1900 por un pescador de esponjas. Formaba parte de un pecio, un barco hundido donde se descubrieron joyas, cristal y muchas piezas de arte.
     Un conjunto de investigadores multidisciplinares constituyeron el "Proyecto de Investigación del Mecanismo de Anticitera" y, utilizando las más sofisticadas tecnologías, han descubierto que el sistema permitía reproducir el movimiento de la luna en el cielo y sus fases durante un mes entero, predice los eclipses, cuenta el tiempo y es un calendario infinito. Incluso podía calcular las fechas de los juegos olímpicos de la época (Olimpia, Corinto, Delfos, Nemea, Dodoni). Es considerado el antepasado del astrolabio, del planetario y del ordenador, y estaba fabricado en bronce con más de 30 engranajes.
        Lo curioso es que este aparato está datado... en el año 150 antes de Cristo!!!
        No se ha encontrado aparato similar, no evolucionó y no hubo artefactos parecidos hasta muchos siglos después.



     2.  El Mapa de Piri Reis

         Piri Reis fue un viejo almirante y cartógrafo otomano, que nació en Gallipoli en 1465, y que, tras diversas aventuras marineras con su tío, el célebre corsario Kemal Re'is, publicó el Libro de las Materias Marinas en 1521, aunque realizó una versión ampliada, dedicada al sultán Suleiman, en 1526. En él se refería a un mapa que había dibujado años antes siguiendo las fuentes cartográficas de Cristobal Colón y cuatro mapas más portugueses. En ese mapa, localizado en 1929, que se conserva en el Museo Topkapi Sarayi de Estambul (aunque no suele estar expuesto) se habían representado gráficamente territorios que, según la cronología aceptada, aún no habían sido descubiertos. Además, presentaba la Antártida, pero... ¡sin hielo!, algo que no se ha podido corroborar  hasta bien entrado el siglo XX. Y si la última glaciación se dio hace 11.000 años, ¡cómo era posible representar la Antártida sin hielo! Además, también puede observarse el desierto del Sáhara atravesado por caudalosos ríos. Todo un misterio sin resolver.



      3.  Penique de Maine

          La aparición de un penique normal, de los que usaban los vikingos, en las excavaciones de Guy Mellgren en 1957, realizadas en la costa central de Maine, implican un contacto precolombino de los noruegos con los americanos de la época. Esta moneda fue identificada y confirmada en 1979 por Kolbjorn Skaare, una autoridad en historia medieval nórdica, como un penique del rey noruego del siglo XI, Olaf Kyrre. Esta moneda se expone en el museo Maine State Museum en Augusta, aunque realmente su verdadera historia se desconoce. Lo que parece que está claro, es que Cristobal Colón no fue el primer occidental en llega al nuevo mundo.



Bueno, existen otros muchos objetos, realmente misteriosos e interesantes, como las esferas de Costa Rica, las líneas de Nazca o la tumba de Pakal... Así que, posiblemente, si esta entrada os gusta, indagaré un poquito más sobre el tema y pronto tendremos nuevos misterios por resolver.

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