BSO, la música clásica de la actualidad

Ayer sábado, tuve oportunidad de pasar una agradable velada con amigos escuchando, en un entorno incomparable, como es el Palau de la Música Catalana de Barcelona un repertorio de bandas sonoras (BSO en inglés) interpretado por la Cinema Symphony Orchestra, cuyos integrantes nos deleitaron con algunas de las mejores melodías de películas conocidas: El Señor de los Anillos, Piratas del Caribe, Star Wars, En busca del arca perdida, Memorias de África, la Lista de Schlinder, Spiderman, James Bond, El padrino, Gladiator, ET... Acabando con casi media hora de regalo, que nos hizo recordar a Misión Imposible, El golpe, Grease, Titanic o la, últimamente inevitable, espectacular banda sonora de la serie Juego de Tronos.
Y es que la música en el cine es un todo con la imagen a la que complementa. ¿Cuántas veces nos ha dado más miedo la melodía de una película que las imágenes que se nos muestran en la pantalla? ¿O como nos han acompañado los compases de una banda sonora mientras nuestra vista se regocija con los paisajes que aparecen ante nosotros? ¿O cómo nos han hecho llorar algunas secuencias, amparadas maliciosamente por el triste devenir de las notas musicales? Sin embargo, cuando una película carece de música en alguna de sus escenas, nuestros sentidos detectan que algo es diferente, extraño, inquietante o sumamente importante, porque también muchas veces las palabras contienen una melodía que no necesita de música que les acompañe. 
Considero que las bandas sonoras de las películas son la analogía perfecta a las antiguas sinfonías que deleitaban los oídos de nuestros antepasados. John Williams, James Horner, Trevor Jones, Danny Elfman, Jerry Goldsmith, Ennio Morricone... son (salvando todas las distancias) una especie de émulos modernos de Mozart, Vivaldi o Bach, pues poniendo música a las imágenes lo único que pretenden es arrancar emociones, o acompañarlas, para que se transformen en una experiencia inolvidable. Una forma de acercar la música en su esencia más pura a la cotidianidad actual. Gracias a ello, la música clásica no ha desaparecido, simplemente se ha transformado, adaptándose a los tiempos modernos.

Estoy seguro que todos nosotros podemos reconocer con muy pocos acordes algunas de las bandas sonoras más famosas de la historia, porque ya forman parte de nosotros. Recordarlas siempre nos proporciona, con total seguridad, un agradable momento que evocará algunos de nuestros mejores recuerdos. 

Aquí os dejo, en apenas cinco minutos, un recopilatorio de las mejores bandas sonoras de la historia del cine. Dirigiendo la orquesta, John Williams. Sin comentarios.




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